El Angel de Adonai
Algunas de las numerosas manifestaciones del “ángel de Adonai” parecen ser teofanías. El ángel de Adonai apareció a Agar, habló como si fuera Dios, y ella le llamó Dios (Génesis 16:7-13).
La Biblia dice que el ángel de Adonai apareció a Moisés en la zarza ardiente, pero
después dice que Dios habló con Moisés en aquella ocasión (Exodo 3; Hechos 7:30-38).
Exodo 13:21 dice que Adonai iba delante de Israel en una columna de nube, mientras que Exodo 14:19 dice que el ángel de Dios estaba con la columna de nube. El ángel de Adonai apareció a Israel en Jueces 2:1-5 y habló como Dios. Jueces 6:11-24 describe la apariencia del ángel de Jehová a Gedeón y luego dice que Adonai miró a Gedeón. Nuevamente, el ángel de Adonai apareció a Manoa y a su esposa, y ellos creyeron que habían visto a Dios (Jueces 13:2-23).
Otras visitaciones del ángel de Adonai no indican si eran manifestaciones de Dios mismo o no, aunque la gente presume con frecuencia que lo eran. Algunos ejemplos son las apariencias a Abraham en el Monte Moríah y a Balaam (Génesis 22:11-18; Números 22:22-35).
A veces el ángel de Adonai claramente no es una manifestación de Dios. Algunos ejemplos son las apariencias a David y a Zacarías (II Samuel 24:16; I Crónicas 21:15-30; Zacarías 1:8-19).
El ángel del Señor en el Nuevo Testamento aparentemente no es más que un ángel, y por cierto no es Jesucristo (Mateo 1:20; 2:13; 28:2; Hechos 8:26).
Al analizar todos estos versículos de las Escrituras, algunos dicen que el ángel de Adonai siempre es una manifestación directa de Dios. Sin embargo, algunas de las arriba mencionadas instancias no apoyan esta idea y dos de ellas actualmente la contradicen. Otros dicen que el ángel de Adonai es en algunas instancias una manifestación de Dios, y en otras no. Esta segunda idea parece ser consistente con las Escrituras.
Una tercera idea, sin embargo, es que el ángel de Adonai nunca es Adonai, sino un ángel literal. Para apoyar esta última idea, uno enfatizaría que los ángeles son voceros, mensajeros, y agentes de Dios. En otras palabras, esta idea contiende que es correcto decir que “el Señor dijo” o “el Señor hizo” aunque El lo dijo o lo hizo mediante la agencia de un ángel. Bajo esta idea, una descripción de un hecho de Dios en el relato de una apariencia angelical es sencillamente una manera de decir en breve que Dios actuó por medio del ángel.
Ya que los escritores bíblicos hacen claro al principio de los relatos que un ángel era el agente directo, no tiene que existir ninguna ambigüedad o discrepancia. En esta idea, las personas que reconocieron la visitación de Dios o estaban equivocadas en su creencia que habían visto a Dios mismo, o, más razonablemente, reconocieron que Dios estaba usando un ángel para hablarles y entonces se dirigieron a Dios mediante el ángel. Hay otra manera de reconciliar esta tercera idea con los versículos de la Escritura que identifican al ángel de Adoani con Adoanai mismo: a saber, que el ángel apareció visiblemente, pero que el Señor también estaba presente invisiblemente.
Entonces, las referencias al Señor como actuando o hablando podrían significar literalmente el Señor y no el ángel.
En resumen, es evidente que el ángel de Adoanai en el Antiguo Testamento no era siempre el Señor mismo. Una persona puede sostener plausiblemente que el ángel de Adonai jamás era una teofanía actual, pero no puede conender con seriedad que el ángel de Adonai era siempre una teofanía. La explicación más sencilla es que la frase, “el ángel de Adonai,” a veces se refiere a una teofanía de Dios pero en otras ocasiones denota nada más que un ángel ordinario.