El Nuevo Testamento Afirma
Que Hay Un Solo Dios
Jesús enseñó Deuteronomio 6:4 enfáticamente, llamándolo el primero de todos los mandamientos
Marcos 12:29-30 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
El Nuevo Testamento presupone la enseñanza del Antiguo Testamento de un solo Dios y repite explícitamente este mensaje varias veces.
Romanos 3:30 “Porque Dios es uno, y él justificará”.
1 Corintios 8:4 “No hay más que un Dios”.
1 Corintios 8:6 “Para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre”.
Gálatas 3:20 “Pero Dios es uno”.
Efesios 4:6 “Un Dios y Padre de todos”.
I Timoteo 2:5 “Porque hay un solo Dios”.
Santiago 2:19 “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan”.
Nuevamente, la Biblia le llama a Dios el Santo
I Juan 2:20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
Apocalipsis 4:2 Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.
En capítulos subsiguientes exploraremos el monoteísmo del Nuevo Testamento a más profundidad, pero los antes mencionados versículos de las Escrituras son suficientes para establecer que el Nuevo Testamento enseña que hay un solo Dios.
Conclusión
Como hemos visto, la Biblia enseña un monoteísmo estricto. El pueblo de Dios siempre se ha identificado con el mensaje de un solo Dios. Dios escogió a Abraham porque él estaba dispuesto a abandonar los dioses de su nación y de su padre y adorar al único Dios verdadero Génesis 12:1-8
Dios castigaba a Israel cada vez que ella empezaba a adorar a otros dioses, y la adoración poli teística fue una de las razones mayores por las cuales Dios final mente la envió al cautiverio
Hechos 7:43 Antes bien llevasteis el tabernáculo de Moloc, Y la estrella de vuestro dios Renfán, Figuras que os hicisteis para adorarlas. Os transportaré, pues, más allá de Babilonia.
El Salvador vino al mundo mediante una nación (Israel) y mediante una religión (el judaísmo) en la cual la gente se había purgado finalmente del politeísmo. Eran monoteístas del todo.
Hoy en día, Dios todavía demanda una adoración monoteística a El. Los que estamos en la iglesia somos herederos de Abraham por la fe, y esta posición exaltada demanda que tengamos la misma fe monoteística en el Dios de Abraham
Romanos 4:13-17 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe. Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa. Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión. Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.
Como cristianos en el mundo nunca debemos cesar de exaltar y declarar el men saje de que hay solamente un Dios verdadero y viviente.