Las Teofanías
Una de las maneras en las cuales Dios se reveló en el Antiguo Testamento y trató con el hombre al nivel de un hombre era por medio del uso de teofanías.
Una teofanía es una manifestación visible de Dios, y normalmente la consideramos como siendo temporal en su naturaleza.
Como hemos visto, Dios le es invisible al hombre.
Para hacerse visible, El se manifestaba en una forma física.
Aunque nadie puede ver el Espíritu de Dios, se puede ver una representación de Dios. Enumeradas abajo se hallan algunas de las maneras en las cuales Dios escogió manifestarse en el Antiguo Testamento.
Dios apareció a Abraham en una visión, como un horno humeando y una antorcha de fuego, y como un hombre (
Veamos estos textos en el libro de Génesis:
15:1 Después de estas cosas vino la palabra del Señor a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.
5:17 Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y murió.
18:1-33 En esta última instancia, Dios y dos ángeles aparecieron en la forma de
tres hombres (18:2) Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
y comieron comida provista por Abraham. Los dos ángeles partieron hacia Sodoma mientras que Dios se quedó para hablar con Abraham
Génesis 18:22 Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante del Señor.
19:1 Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo,
Dios apareció a Jacob en un sueño y como un hombre
Génesis 28:12-16 Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y he aquí, El Señor estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy El Señor, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente El Señor está en este lugar, y yo no lo sabía.
32:24-32 Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido. Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí. Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma. Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera. Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque tocó a Jacob este sitio de su muslo en el tendón que se contrajo.
En esta última ocasión, Jacob luchó con el hombre y proclamó, “Vi a Dios cara a cara.”
La Biblia también describe a esta apariencia como “el ángel” (Oseas 12:4).
Dios apareció a Moisés en una nube de gloria y en fuego en el Monte Sinaí, habló con él cara a cara en el Tabernáculo, y le reveló Sus espaldas (gloria parcial), pero no Su rostro (toda Su gloria) (Exodo 24:12-18; 33:9-11; 33:18-23).
Estas referencias al rostro de Dios y a la gloria de Dios probablemente son metafóricas de la presencia de Dios y podrían aplicarse a muchos diferentes tipos de manifestaciones.
Dios se manifestó en la vista de todo Israel mediante truenos, relámpagos, una nube, una voz de trompeta, humo, fuego, y terremotos
Exodo 19:11-19 y estén preparados para el día tercero, porque al tercer día El Señor descenderá a ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí. Y señalarás término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis sus límites; cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá. No lo tocará mano, porque será apedreado o asaeteado; sea animal o sea hombre, no vivirá. Cuando suene largamente la bocina, subirán al monte. Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus vestidos. dijo al pueblo: Estad preparados para el tercer día; no toquéis mujer.
Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte.
Todo el monte Sinaí humeaba, porque El Señor había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera. El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante.
Deuteronomio 5:4-5 Cara a cara habló El Señor con vosotros en el monte de en medio del fuego.Yo estaba entonces entre El Señor y vosotros, para declararos la palabra de El Señor; porque vosotros tuvisteis temor del fuego, y no subisteis al monte.
5:22-27 Estas palabras habló El Señor a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí.
23Y aconteció que cuando vosotros oísteis la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en fuego, vinisteis a mí, todos los príncipes de vuestras tribus, y vuestros ancianos, dijisteis: He aquí El Señor nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que El Señor habla al hombre, y éste aún vive. Ahora, pues, ¿por qué vamos a morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si oyéremos otra vez la voz de El Señor nuestro Dios, moriremos.
Porque ¿qué es el hombre, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y aún viva? Acércate tú, y oye todas las cosas que dijere El Señor nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro Dios te dijere, y nosotros oiremos y haremos.
También demostró Su gloria y envió fuego de Su presencia en la vista de todo Israel
Levítico 9:23,24 Y entraron Moisés y Aarón en el tabernáculo de reunión, y salieron y bendijeron al pueblo; y la gloria de El Señor se apareció a todo el pueblo. Y salió fuego de delante de El Señor, y consumió el holocausto con las grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros.
10:1-2 Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de El Señor fuego extraño, que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante de El Señor y los quemó, y murieron delante de El Señor.
Job vío a Dios en un torbellino
Job 38:1 Entonces respondió El Señor a Job desde un torbellino, y dijo:
42:5 De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.
Varios de los profetas vieron visiones de Dios
Isaías 6 (TODO EL CAPITULO)
Ezequiel 1:26-28 Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre él. Y vi apariencia como de bronce refulgente, como apariencia de fuego dentro de ella en derredor, desde el aspecto de sus lomos para arriba; y desde sus lomos para abajo, vi que parecía como fuego, y que tenía resplandor alrededor. Como parece el arco iris que está en las nubes el día que llueve, así era el parecer del resplandor alrededor. Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de El Señor. Y cuando yo la vi, me postré sobre mi rostro, y oí la voz de uno que hablaba.
8:1-4 En el sexto año, en el mes sexto, a los cinco días del mes, aconteció que estaba yo sentado en mi casa, y los ancianos de Judá estaban sentados delante de mí, y allí se posó sobre mí la mano del Señor. Y miré, y he aquí una figura que parecía de hombre; desde sus lomos para abajo, fuego; y desde sus lomos para arriba parecía resplandor, el aspecto de bronce refulgente. Y aquella figura extendió la mano, y me tomó por las guedejas de mi cabeza; y el Espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la entrada de la puerta de adentro que mira hacia el norte, donde estaba la Habitación de la imagen del celo, la que provoca a celos. Y he aquí, allí estaba la gloria del Dios de Israel, como la visión que yo había visto en el campo.
Daniel 7:2,9 Daniel dijo: Miraba yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían en el gran mar. Y cuatro bestias grandes, diferentes la una de la otra, subían del mar. La primera era como león, y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta que sus alas fueron arrancadas, y fue levantada del suelo y se puso enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y le fue dado corazón de hombre. Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se alzaba de un costado más que del otro, y tenía en su boca tres costillas entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne. Después de esto miré, y he aquí otra, semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en sus espaldas; tenía también esta bestia cuatro cabezas; y le fue dado dominio. Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos. Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas. Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente.
Amós 9:1 Vi al Señor que estaba sobre el altar, y dijo: Derriba el capitel, y estremézcanse las puertas, y hazlos pedazos sobre la cabeza de todos; y al postrero de ellos mataré a espada; no habrá de ellos quien huya, ni quien escape.
A Ezequiel se le apareció en la forma de un hombre, envuelto en fuego. A Daniel se le apareció en una visión nocturna como el Anciano de Días. Muchos otros versículos de la Escritura nos dicen que Dios apareció a alguien pero no describen la manera en la cual lo hizo.
Por ejemplo, Dios apareció a Abraham, Isaac, Jacob, y Samuel
Génesis 12:7; 17:1; 26:2; 24; 35:9-15; I Samuel 3:21
De igual modo, Dios descendió sobre el Monte Sinaí y Se paró junto a Moisés, Se reveló a setenta y cuatro líderes de Israel, descendió en una columna de nube y Se paró frente a Moisés, Aarón, y María, vino de noche a Balaam, y vino al encuentro de Balaam en otras dos ocasiones
(Exodo 34:5; 24:9-11; Números 12:4-9; 23:3-10, 16-24).
Además de las apariencias mencionadas arriba, la Biblia registra otras manifestaciones que muchos creen eran Dios mismo.
En Josué 5:13-15, un hombre con una espada apareció a Josué y se identificó como el “Príncipe del ejército del Señor.”
Este título y el hecho de que no le reprendió a Josué por adorarle (en contraste a Apocalipsis 19:9-10; 22:8-10) nos sugiere que ésta era realmente una manifestación de Dios. Por otra parte, las palabras de este pasaje dejan abierta la posibilidad de que Josué no le adoró al Príncipe, sino que le adoró a Dios por la apariencia del Príncipe.