Dios es Eterno
Dios es eterno, inmortal, y perdura para siempre
Deuteronomio 33:27 El eterno Dios es tu refugio, Y acá abajo los brazos eternos; El echó de delante de ti al enemigo,
Isaías 9:6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
I Timoteo 1:17 Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
El es el primero y el último
Isaías 44:6 Así dice El Señor Rey de Israel, y su Redentor, El Señor de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
El no tuvo principio ni tendrá fin; otros seres espirituales, incluso el hombre, son inmortales en cuanto al futuro, pero sólo Dios es eterno en el pasado y el futuro.
La eternidad de Dios es uno de los atributos fundamentales de Su naturaleza. Significa que Dios no tiene principio ni fin, que existe fuera del tiempo, y que siempre ha sido y siempre será. Su existencia no depende de nada ni de nadie. Él es el "Yo Soy", el que siempre es.
Que dice la biblia:
Salmo 90:2
“Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.”
➤ Afirma que Dios existía antes de toda la creación, y que su existencia abarca toda la eternidad.
Isaías 40:28
“¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es El Señor, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.”
➤ Declara directamente que Dios es eterno y creador de todo.
Apocalipsis 1:8
“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.”
➤ Cristo se presenta como eterno, con dominio absoluto sobre el tiempo.
Éxodo 3:14
“Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY.”
➤ El nombre “Yo Soy” revela que Dios existe por Sí mismo, sin principio ni fin.
Saber que Dios es eterno nos da seguridad. Él no cambia con el tiempo, no envejece ni se debilita. Sus promesas permanecen firmes. Podemos confiar en Él hoy, mañana y por la eternidad.